
"Así que, hermanos, yo les ruego, por las misericordias de Dios, que se presenten ustedes mismos como un sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. ¡Así es como se debe adorar a Dios!"
Este pasaje cobra mucho más sentido cuando leemos el Antiguo Testamento y todo lo que Dios requería para que un sacrificio fuera agradable a Él. Hoy en día vemos a muchas personas decir que sirven o aman a Dios 'a su manera' pero no se alinea para nada a la Biblia.
Cuando vemos las leyes y mandatos de los sacrificios, no eran las personas que decidían qué ofrendar y cómo hacerlo. Dios mismo ponía sus demandas y reglas de lo que Él requería. Así mismo, cuando leemos la Palabra de Dios, Él nos dice cómo vivir, lo que le agrada y lo que no. No se trata de nuestras opiniones o lo que nos gusta sino que obedecer y someternos a Dios, nuestro Creador y Salvador.
No nos amoldamos a los ideales del mundo donde nosotros dictamos lo que está bien y lo que es aceptable. Hagamos prioridad escudriñar las Escrituras y que sean ellas las que nos guíen.
Comments