Señor mi Dios, con todo el corazón te alabaré,
y por siempre glorificaré tu nombre.
(Salmo 86:12)
Dios quiere tener una relación verdadera con nosotros y esa es la razón por la que él desea que le adoremos de todo corazón. Alabar de todo corazón no es cantar en voz alta o cantar bien. Alabar de todo corazón es adorar a Dios de forma íntegra, con toda la atención concentrada en él.
Dios quiere que le adoremos de verdad, de forma voluntaria y no por obligación. Cuando tomamos la iniciativa y paramos por una hora de nuestro día para dedicarnos a Dios, nuestra alabanza llega como un aroma agradable a él. Dios quiere recibir nuestra alabanza de manera espontánea y genuina.
Alaba a Dios de todo corazón
No midas tus esfuerzos al buscar a Dios. Él no medirá sus esfuerzos al bendecirte.
Si no te sientes bien, habla con Dios y cuéntale lo que te aflige. Ten una relación sincera con Dios.
Alégrate al adorar a Dios. Alabarlo robustece el alma.
Para orar:
Señor Dios, ¡es tan bueno alabarte! Mi corazón se llena de alegría al entrar en tu presencia. ¡Aleluya!
Comments